Esa delgada línea

Entre un hombre y una mujer no hay amistad posible. Hay amor, odio, pasión, pero no amistad. 
Oscar Wilde

Siempre es motivo de discusión. Millones de veces discutimos este tema. Y lo cierto, es que es incierto.
¿Se puede tener una relación con una persona del sexo opuesto sin poner el cuerpo?
¿O siempre terminamos cediendo a la tentación?
Y si cedemos ante la tentación, la amistad se termina?

¿Existe la amistad entre el hombre y la mujer?

Cuando uno hace esta pregunta inmediatamente viene la respuesta tajante: si o no.
Ahora, puede existir el ni?

En cada etapa de mi vida colecté varios amigos el sexo opuesto.
En un principio - totalmente naif - estaba convencidísima de que la amistad entre el hombre y la mujer existía. Sólo como amistad. Me parecía tan maravillosa como la amistad con una mujer.
Más adelante, las hormonas empezaron a revolucionarse, y ahí vino el no tajante: claro, cada amigo al que le daba un abrazo creía que ya tenía derecho a otra cosa..
Y más adelante aún, y ya contemporáneo a mi entrada en la adultez, empecé a descubrir que el ni puede ser una respuesta valedera. Y eso que los grises casi no existen para mí…
Hace unos años tuve mi primer experiencia de ni. Amigo de hacía años. Nunca lo había mirado desde otro lugar. Y de repente, por primera vez en años, nos encontramos los dos solterísimos. Y lo que resultaba normal para nosotros como amigos, parecía que ya no lo era. Y lo que resultaba normal para nosotros, de golpe dejó de serlo. Salvo por la cama, compartíamos el resto de nuestras vidas. De día, de noche. Con risas y con broncas. Siempre juntos. Todo juntos. Y de repente, nos dimos cuenta que él era hombre y yo mujer. Y ahí el dilema, si pasa algo, se pierde todo lo demás? La cama arruinaría la amistad? la haría desaparecer? Era amor de amigos? O era del otro amor?
Nos convencimos de que todo iba a tomar un rumbo extraño. Y ganó la duda, ante la posibilidad de perderlo todo. Porque es eso, con él, era todo. Con él es todo.
Un rato largo después, me encontré en la misma encrucijada. La diferencia acá, fue que no pensé, él no pensó. Y ese compartir amistoso diario nos llevó a la cama. Sin casi dudarlo, una noche como tantas otras, terminó en mi cuarto. Lo más raro es que no resultaba raro.
A la mañana siguiente, obvio que vino el ¡qué hicimos!, pero duro un par de horas nomás. Días después estábamos en el mismo lugar.
En ese primer momento, pensé que todo se había ido al demonio. Sin embargo, todo fue volviendo a lo que era antes. Si miro nuestra relación, soy consciente de que se modificó. No podemos hacer como que nunca pasó nada. Pero no fue para peor. Ganamos intimidad, profundidad, y complicidad. 

Hoy me encuentro en una situación similar. Otra vez.

---
Si tengo en cuenta lo vivido, puedo asegurar que la amistad entre el hombre y la mujer existe. De hecho, más allá de todo, no he dejado ningún amigo en el camino por este motivo.
Pero soy realista. Y me doy cuenta que en diferentes momentos, y en diferentes situaciones,  en este tipo de relaciones alguno de los dos se planteó la naturaleza del “enganche”.

¿Existe la amistad entre el hombre y la mujer?
Creo que ni.

Según de qué lado se lo mire, en el caso de que se opte por la duda, puedo decir que esa amistad existe. Pero mirándola desde otra óptica, la duda sigue estando, entonces… es amistad?
Si optás por sacar la duda, podes darte cuenta que no sería el hombre que elegís como “el hombre” para toda la vida. Pero que querés que siga estando en tu vida, como amigo, y por qué no compartir una almohada alguna que otra vez. O no. Si empiezan a haber recelos cuando cada uno vuelva a su vida sentimental habitual, pregunto entonces… es amistad?
------
La curiosidad. Esa sensación de compañerismo. La lealtad mutua. El dar desinteresado. La preocupación – y ocupación – constante por el otro. Fidelidad. Ese amor.
Es eso amistad? por qué si podemos tenerlo con gente del mismo sexo es tan complicado con el opuesto?
Y acaso, no buscamos todo eso en una pareja también?
Acaso, no buscamos que nuestra pareja, nuestro compañero, se transforme en nuestro amigo?
Por qué terminar la amistad entonces?
Si somos amigos, es porque algo nos atrae del otro. Intelecto, humor, carácter.
Puede que tengamos una atracción física por algún momento también, eso excluye inmediatamente la amistad?
No puede ser “un algo más” de las tantas cosas que compartimos en la relación?
El problema se presenta cuando uno empieza a desplegar su parte “posesiva”, y nosotros mismos somos los que elegimos dejar de ser amigos para transformarnos en eso otro, que ni siquiera sabemos que somos.
Si solo fue un momento físico, no es necesario que pasemos por esa fase.
Y si con el choque de cuerpos, dejamos simplemente salir los verdaderos sentimientos hacia la otra persona, amigo siempre fue, pero no “tan solo amigo”.
------
¿Existe la amistad entre el hombre y la mujer?
Ser cuidadoso en definir nuestros sentimientos, y ser precavido con los sentimientos del otro.
Lo que es. Lo que debe ser.
Esa delgada línea.
Cruzarla y o no?
Un simple roce, una simple mirada, la misma sonrisa de siempre, pero distinta. 
Y no hay vuelta atrás.