Amigas

Ayer fue mi primer día de feria invernal, tan esperando durante los últimos 6 meses. Lluvia. Frío. Ideal para quedarse en casa.
Me levanté, me puse la bata y apronté el agua para los primeros matecitos del día. Me acomodé en el sillón, prendí la tele, y empecé a hacer zapping de noticieros matinales.
Al segundo mate, tuve que levantarme a cambiar la yerba, y a calentar el agua.
Prendí la compu. Me cebé un mate. Chequeé los mails. Me cebé otro. Abrí el Facebook, para enterarme de los titulares del día. Me cebé el tercero. Mate lavado, agua fría.
Repito ritual: caliento el agua, la pongo en el termo, agarro un recipiente matero limpito, le pongo yerba, lo sacudo para quitarle el polvillo, le pongo un poco de agua solo sobre uno de los costaditos, tapo el extremo de la bombilla, la introduzco en el medio de la yerba húmeda, completo el mate, lo tomo… ahora sí!
Al tercer mate de esta nueva tanda, yerba lavada y agua fría.
O el termo está roto, o la pava no calienta, o la yerba está vieja. Esas eran las únicas opciones.
Re podrida de no poder tomar un mate decente, me preparé un café.
Vuelvo al sillón. Miro por la ventana… llueve. Prendo la tele una vez más, todos los programas recomendando posibles salidas para el día subsiguiente, el día del amigo.
Y ahí se develó mi misterio: La pava calienta perfectamente, el paquete de yerba está recién abierto, y el termo, está sanito. Lo único que faltaba, era con quienes compartirlo.
Padres que no nos comprenden, pero adorables. Hermanas hinchas, pero imprescindibles. Dietas. Moda. Tristezas. Alegrías. Victorias. Derrotas. Secretos. Confesiones. Jefes. Compañeros de trabajo. Y otros que ya no lo son. Amigos que en el fondo sabemos que no son tales. Amigos de nuestros amigos. Chismes. Verdades. Mentiras. Miedos. Hombres que tenemos. Hombres que no. Hombre que mataríamos por tener.
Pasado. Presente. Futuro.
No importa el lugar. Ni el día. Ni la hora.  

Chicas... como lo dije más de una vez, creo que las personas son circunstanciales en la vida de cada uno. Que nuestros caminos se cruzan, cuando así debe ser. Todos estamos en el momento indicado en el lugar indicado. Solo es cuestión de ver esa oportunidad. Solo es cuestión de querer darle sentido a ese momento y lugar indicado.
El paralelismo con el que nos fueron pasando las cosas, el modo de pensar, el dar desinteresado, y las ganas de recibir lo poco que tenía para ofrecer, hicieron que vuelva a creer en la amistad.
Y así fue. Y creció. Y se fortaleció.
Cambiaste. Cambió. Cambié. Sin embargo la confianza, la sinceridad, la empatía, la comprensión, el respeto, y la reciprocidad, se mantienen entre nosotras.
Lloramos juntas. Reímos juntas. Se rien de mí. Me rio de ustedes. Me escuchan. Me aconsejan. Me hablan y confian en mi opinión.
Son las únicas personas con las que mantengo conversaciones donde cada una habla de lo suyo… al mismo tiempo!! Sin embargo, no se me pierde detalle de sus vida, y no se les pierde detalle de la mía.
Me abrieron las puertas de sus vidas. Y aceptaron entrar a la mia.

AMIGAS.. los mates, sin ustedes, ya no son lo mismo!!
¿PONGO LA PAVA?




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